EUROPA
PRESS
26 abril
2019
Identifican
la fuente celular de formación de tejido graso
Investigadores que trabajan en ratones
y tejidos humanos han identificado varias clases de células progenitoras de adipocitos, que dan lugar al tejido adiposo, algunas de las
cuales residen en un nicho anatómico recientemente descubierto. Los resultados
pueden ayudar a informar el desarrollo de enfoques dirigidos para prevenir
enfermedades metabólicas.
El tejido adiposo blanco (grasa) desempeña un papel clave en
la salud metabólica al almacenar el exceso de calorías al tiempo que evita la
acumulación perjudicial de lípidos en otros tejidos y órganos. Investigaciones
anteriores han demostrado que el tejido adiposo blanco se puede expandir de dos
maneras: los adipocitos o las células grasas pueden
incrementar en número o las células individuales pueden aumentar en tamaño.
Esto último, llamado hipertrofia de los adipocitos,
causa fibrosis e inflamación y puede promover enfermedades metabólicas como la
diabetes tipo 2. Por lo tanto, la salud metabólica se basa en la capacidad de
las células progenitoras del tejido adiposo (APC, por sus siglas en ginlés) para convertirse en células grasas de pleno
derecho; pero no se entienden por completo los mecanismos celulares subyacentes
a la formación de adipocitos, y las APC de las que se
derivan.
El retículo
intersticial, posible nicho de células madre de grasa
El profesor David Merrick y sus
colegas de la Escuela de Medicina Perelman en la
Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, Estados Unidos, utilizaron la
secuenciación de ARN de una sola célula para identificar y perfilar células
progenitoras del tejido adiposo blanco en rápido desarrollo de ratones de 12
días de edad. Los autores identificaron tres clases de APC. Experimentos adicionales
revelaron que dos clases generales de APC análogas a las encontradas en
roedores están presentes en el tejido adiposo subcutáneo en humanos.
Los resultados sugieren un paradigma general para la adipogénesis en ratones y humanos, dicen los autores.
Curiosamente, en roedores, se encontró en el retículo intersticial (RI, por sus
siglas en inglés) una de las células progenitoras identificadas, marcadas por
una proteína llamada DPP4. Este nicho anatómico recientemente reconocido es una
red llena de líquido de colágeno y fibras de elastina que rodea a muchos
órganos.
"Dado que el RI existe en múltiples tejidos humanos,
una posibilidad intrigante es que el RI representa un nuevo nicho de células
madre para el tejido graso y más allá", escriben You-Ying
Chau y William Cawthron en
un documento relacionado. También discuten cómo se compara el trabajo con los
esfuerzos recientes para comprender las células progenitoras del tejido
adiposo.